Hoy es día de comenzar.

Te invito a observar la otra orilla, piensa, sube al bote de tu deseo más anhelado y navega para cumplir tu sueño.

Aquella meta es visible y en poco tiempo podrías estar allí. Sucede a menudo que pensamos primero en la inestabilidad de ese muelle, y no intentamos ni siquiera acercarnos al borde.

Dudamos porque tememos, si, tememos fallar. Qué pensarán de mí si llego a fallar!?

Lo cierto es que el tiempo pasa, las condiciones para cruzar cambian y si no tomamos la decisión ocurrirá algo que más o menos se parece a esto que te contaré.

Si cada día que pasa, te descubres sentado en la orilla mirando hacia tu meta, es evidente que algo tienes que hacer. Y aquí te confieso el primer secreto de tu determinación.

Cuando lo hagas, sentirás que eres libre, que tomaste una decisión, y que fallar está dentro de las posibilidades. Pero la decisión había que tomarla, y no sabrás nunca si todo lo que soñaste era posible si no lo intentabas. Intenta siempre!

Intentar permite también corregir el método.

Así que si tienes un proyecto deberás intentar concretarlo.

Si quieres ser el mejor en lo que haces, deberás trabajar duro para lograrlo, convencido de que ya tienes el potencial para ser el mejor.

Si quieres demostrar al mundo entero que eres capaz de ser exitoso, que puedes inclusive ser inspiración para los demás, ha! Adivina qué? Deberás intentar!

No temas a la cantidad de veces que puedas fallar, témele a la cantidad de veces que te perderás triunfar!

Cuando llegues al otro lado, cuando cumplas tu meta y desarrolles tu sueño. Podrás cruzar de vuelta cada vez que necesites comenzar otro plan, ya no temerás.

¡Es hora de tomar una decisión!